
Adaptación: Desajuste más Elección por @AnaRubioBorque
Adaptarse es la capacidad de ajustarse o acomodarse a una situación.
¿Te adaptas con facilidad? Y si no lo haces ¿qué hay detrás de ello?
Cuando hablamos de competencias, lo lógico es apuntar a tener una competencia lo más alta posible, es decir, puntuarla en una escala del 0 al 10 con un 10. Me doy cuenta que el sentido de valorar en una escala nuestra adaptabilidad, es algo relativo. Ya que la forma de puntuarnos, depende de cada situación y de que hasta qué punto esa adaptación es ecológica para nosotros. Entiendo por ecológica: sostenible con nuestro entorno exterior y nuestro “entorno interior”. ¿Quién dice que lo óptimo sea tener la capacidad de adaptarse a una situación al 100%?
Con esta pregunta, podría estar de acuerdo una persona, que se ve avocada a realizar una labor que no desea, a la que no le gusta su puesto/funciones, no se siente alineada con la forma de trabajo de su organización, a la que le cuesta levantarse cada dia o trabaja por debajo de su categoria profesional con salarios no adaptados a su aportación de valor (precariedad).
En esta competencia de adaptación, por consiguiente, tenemos que tener en cuenta el papel crucial que tiene “el desajuste” y que si lo hay, ese desajuste también tiene su misión o algo valioso que mostrarnos. Puede ser un desajuste por el que nos tengamos que poner manos a la obra a trabajar (admitirlo y salvarlo: acomodándonos al trabajo actual) o no (cambiar de trabajo).
El sentido más trascendental de la adaptabilidad, en este ejemplo, tiene que ver con algo más interno, profundo y estable. Esa adaptabilidad tiene que ver con un alineamiento con lo que es importante para ti (identidad y valores).
Asi que, si estás descontento a nivel laboral, por distintas razones, y te estás planteando continuar o cambiar, te lanzo unas preguntas, esperando te sean útiles y valiosas.
¿Qué te hace sentir vivo, motivado y apasionado en el trabajo?
Y si tu trabajo te da vida, energía y motivación, estás de suerte ¡Disfrútalo!
Si hay algunas cosas que te dan vida, energía y motivación en tu trabajo ¡Aprecialas!¡Pónlas en el punto de mira y poténcialas!
Sino te toca seguir “rascando”…
¿Qué es lo más importante para ti a nivel laboral? ¿qué cinco cosas son las que más aprecias?
En la respuesta, a esta pregunta, podrás identificar tus valores profesionales (por ejemplo, dinero, ambición, sentido…); aquellos “pilares” en lo que te apoyas y que te permiten seguir avanzando. Profundiza en el significado de cada uno de ellos. Aquí tienes la brújula que va a marcar la dirección de tu adaptabilidad.¿Se adapta lo que es importante para mi a lo que tengo?
Si tuvieras que colocar esos valores por orden de prioridad ¿Cuál sería el más importante?
Como comentaba anteriormente, a veces, sabemos lo que valoramos pero no lo que más. Es crucial identificar nuestra piedra angular nº1. Si tenemos todas las demás y esta no, no creo que funcione el efecto de compensación.
De una escala, del 0 al 10, siendo 0 (no está presente) y 10 (está plenamente presente) ¿cómo valorarías cada una de estas cosas (valores) en tu actual trabajo?
Es interesante tomar conciencia, de manera concreta y objetiva, de cómo están cada uno de tus valores. Y viendo esa “radiografía”, si los niveles están muy bajos, puedas comprender con amabilidad, lo que te está ocurriendo: falta de sentido, desmotivación o incluso sufrimiento.
¿En qué medida, de forma global, obtienes de tu trabajo actual lo que es importante para ti ?
A la hora de tomar decisiones profesionales, muchas veces, vemos que un trabajo nos da unas cosas y otro trabajo, otras; nos puede dar el mismo número de cosas, pero tenemos que ser capaces de discernir: ¿Cuál te da lo que es más importante?
¿Hay alguna forma de salvar las diferencias que dependa de ti?
Si no se te ocurre una respuesta, no pierdas la esperanza. Te recomiendo leer el libro de Jobcrafting de Belén Varela, en el que nos plantea estrategias para “exprimir” el mejor zumo de nuestra “naranja” (capital), en el trabajo que tenemos, para sacarle mayor partido. Date esa oportunidad.
Si sigues teniendo dudas, puede que sea el momento de plantearte si quieres continuar o cambiar .
En caso de que te plantees la opción de mantenerte, ¿hay formas de poder sostener esa situación o algo en lo que poder apoyarte? ¿cuáles? ¿y cuales serían las consecuencias de hacerlo? ¿estás dispuesto a asumirlas?
En cualquier decisión, tenemos que hacer un balance beneficio-coste. En este caso, si te mantienes, en un trabajo que no deseas, tienes que tener claros los costes que va a tener para ti y establecer tus limites antes de que “se desborde el vaso”. Presta atención a las repercusiones en tu salud física, mental y emocional, y establece medidas de cómo cuidarte.
Como conclusión, recuerda, que detrás de un desajuste, siempre te queda la capacidad de elección. Adaptación: Desajuste más ELECCIÓN.
FIRMA INVITADA Ana Rubio Borque
Técnica y agente dinamizadora de proyectos de empleo, Sénior. Coach laboral.
“Personas & entusiasmo, ideas & creatividad”
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@AnaRubioBorque |